martes, 28 de octubre de 2014

La Seta de los Enanitos. Amanita Muscaria


 
El nombre de muscaria proviene del latín musca, mosca, y hace referencia a la interacción que se produce entre este hongo y los insectos. Paraliza temporalmente a los insectos que entran en contacto con la seta.

 

Se caracteriza por su sombrero de color rojo de 7-14 cm de diámetro, cubierto por numerosos restos de velo en forma de escamitas blancas. El pie y el anillo son blancos, y la volva también. El sombrero se puede decolorar con edad hasta volverse amarillento, de ahí las posibles confusiones con otras setas.

 

Sus esporas son blancas. El hábitat dónde podemos encontrar esta seta es en bosques de coníferas preferentemente y también en bosques caducifolios en suelos silíceos.

 


Se trata probablemente de la seta que más ha sido inconografiada, apareciendo a menudo en cuentos infantiles y en diferentes adornos navideños.

 
En Siberia se ha consumido tradicionalmente por pastores y chamanes, que, para protegerse del frío se bebían el líquido de la cocción, produciéndose un efecto euforizante y alucinógeno. Previamente eliminaban la cutícula. Este líquido no perdía sus propiedades al pasar por el aparato digestivo humano, así que, una vez expulsado se volvían a beber la orina.

 
 

 Su ingestión produce alucinaciones y un cuadro que puede ser peligroso. Su envenenamiento genera síntomas parecidos a una intoxicación etílica muy fuerte. Con fuertes diarreas y vómitos.

 
 
 
 
Hay que tener cuidado de no confundirla con Amanita caesarea, especie que se parece pero que se diferencia por no tener el pie ni las láminas blancas y por tener una volva muy diferente. Especie muy común en suelos ácidos, estableciendo ectomicorrizas con abedules, hayas, coníferas y jaras.
 
 

Apuntate a las excursiones especiales de otoño de Cuenca Ambiental y aprende a diferenciar las setas comestibles de las venenosas.


 

jueves, 23 de octubre de 2014

Boletus edulis. La estrella del otoño

 
Ya ha llegado el otoño y es hora de ir a buscar setas…

 

Esta seta es una de las más apreciadas por su sabor y textura. El nombre latino de la seta indica esta característica: en latín edulis significa comestible. Suele emplearse tanto cocinada como en conservas (en vinagre o aceite). La carne de esta seta es blanca (tirando hacia marrón) y compacta, tanto en el sombrero como en el pie, aunque los ejemplares más viejos suelen mostrar una carne más blanda. No suele despedir olores particulares y tiene un sabor bien definido: dulce como el de las avellanas.




Fructifica principalmente en suelo ácido desde finales del verano y durante el otoño, en bosques de coníferas (Abies, Picea, Pinus) y de caducifolios (Fagus, Quercus, Castanea).



Se caracteriza por sus grandes fructificaciones con sombreros de hasta 25 cm de diámetro, cutícula adherida, lisa a rugosa, de aspecto brillante y débilmente viscosa en tiempo húmedo, con tonos pardos y margen entero más claro.

Tubos libres, blancos a amarillo-verdosos. Poros isodiamétricos y concoloros con los tubos, inmutables o débilmente azulado-verdosos a la manipulación en algunos ejemplares (sobre todo en tiempo húmedo).

Pie macizo de 20 x 0,7 cm, cilíndrico a claviforme, blanquecino a pardo claro, con un retículo apical de mallas finas poco marcadas y blanquecinas. Carne espesa, tierna, blanca inmutable, pardo-rojiza bajo la cutícula, sabor dulce y olor agradable.



 
Es uno de los “boletos” más codiciados por sus cualidades gastronómicas y es una fuente de recursos para áreas rurales que conservan sus biomasas forestales y los venden a intermediarios para su posterior comercialización industrial.


Los principales países europeos importadores son Italia, Francia y Alemania. Su consumo va en aumento en países como España, que ha pasado en ciertos meses del año de ser un país exportador a ser importador, debido a su auge y consumo en la nueva cocina mediterránea española, unido a la reciente popularidad y difusión entre su población.




La mayoría de las especies de boletus son micorrizógenas obligadas, formando ectomicorrizas, sobre todo con Fagaceae y Pinaceae. Algunas de sus especies son comestibles muy apreciados: Boletus edulis, B. pinophilus, B. aereus; otras en cambio tienen sabor desagradable o son directamente tóxicas: B. satanas, B. pulchrotinctus


Posibles confusiones: Se puede confundir con el B. reticulatus, pero éste no tiene el margen blanquecino, su color es uniforme, y la cutícula mate, seca y finamente reticulada. También es un excelente comestible. Se puede confundir con Boletus aereus y Boletus pinicola, pero no pasaría nada porque ambos son excelentes comestibles.



Cuenca Ambiental organiza durante todo el otoño excursiones con temática de setas. Apúntate y aprende a diferenciar las setas comestibles de las venenosas y pasa un día inolvidable en el bosque.