jueves, 10 de octubre de 2013

La historia de Pirri

Hoy os voy a presentar a mi exnovio Pirri. Él es un ciervo macho de 5 años, todavía se le considera joven ya que puede llegar a pesar hasta 200 Kg y vivir aproximadamente 14 años.


Pirri tiene una historia parecida a la mía ya que cuando era tan solo un cervatillo una familia se lo llevó del bosque considerándolo una mascota. Cuando cumplió un año lo entregaron al Parque de El Hosquillo porque comprendieron que habían cometido un error sacándolo de su hábitat natural y allí comenzó su nueva vida.




Os pongo una foto para que veáis que guapo que es, está con sus cuernas nuevas. Cada año en marzo las pierde, es lo que llaman la época del desmogue del venado, pero nos os preocupéis ya que en seguida le vuelve a crecer unas nuevas, más grandes que las anteriores, y con afiladas puntas.  El factor más importante para que un ciervo tenga unas espectaculares cornamentas depende fundamentalmente de la alimentación, si es un año con mucha lluvia y crece abundante vegetación, los machos podrán presumir de unas majestuosas cuernas. En julio ya tienen formadas totalmente sus nuevas cuernas pero hasta entonces crecen enfundadas de borra, parecido al terciopelo, que una vez completa, los ciervos para quitarse el "correal" (borra o terciopelo  seco) se frotarán en árboles jóvenes dejandoles unas marcas características como ramas rotas, corteza arañada y rota porque las cuernas les pican y les molesta, provocando ellos mismos la caída. Estos daños se producen en verano, antes de su famoso celo "la berrea". Las cuernas pueden llegar a pesar entre 2 y 14 kg. Este año Pirri desarrolló 16 puntas.

Entre los meses de septiembre y octubre empieza la época de celo de los ciervos, la llamada berrea. Pirri como es diferente del resto, puesto que fue separado del bosque durante un año, él lleva berreando desde agosto.

Pirri es un ciervo con mucha energía, juguetón y, en ocasiones, bastante travieso. De vez en cuando les hace alguna trastada a los trabajadores del Parque de El Hosquillo pero como lo quieren tanto siempre le perdonan.

Durante una época fue mi novio pero al final me enfadé con él puesto que siempre me robaba la hierba más fresquita y no sabía medir su fuerza con las cornamentas y terminaba, sin querer, haciéndome daño. Así que un día le dije... Pirri vete a berrear a otra parte!

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