jueves, 4 de septiembre de 2014

Sapo Común


Sapo Común
El sapo común conocido como escuerzo, cuyo nombre científico es Bufo bufo, es el sapo de mayor tamaño de Europa.
El macho es más pequeño que la hembra, las hembras pueden alcanzar los 15 cm de longitud.
Su cuerpo es robusto y cubierto por una piel áspera y verrugosa. Su parte ventral es más clara y pueden ser de muchos colores dependiendo de la zona donde vivan.
Sus prominentes ojos de gran tamaño, tienen una pupila horizontal que se abre en un iris muy llamativo de color dorado.

Sapo común en Cuenca
En la parte superior de la cabeza tienen unas glándulas parótidas de gran tamaño que segregan veneno para defenderse de sus enemigos cuando se los quieren comer. Algunos enemigos como la culebra de collar son inmunes a la toxicidad de su veneno. Y las nutrias consiguen quitarles la piel antes de comérselos.


El sapo tiene hábitos nocturnos y por la noche es cuando sale a cazar, animales terrestres y otros invertebrados, caza animales bastante grandes con la lengua pegajosa que tiene.

Es de costumbres solitarias pero en primavera y durante la época de celo se juntan en charcas y el macho se une a un hembra gracias a sus plantillas palmares. Los machos  son los primeros en llegar y esperan en el agua a las hembras, que acuden unos días después. No tienen saco bucal, y el canto de reclamo es apagado, algo metálico. El número de machos es más elevado que el de hembras, por lo que se producen auténticas batallas campales para conseguir subirse encima de una de ellas. El amplexo es axilar y resulta curioso observar en ocasiones a varios machos abrazados a una misma hembra, a ejemplares de otras especies, individuos muertos o incluso a objetos inertes. Este fragor produce a veces la muerte de la hembra por ahogamiento o asfixia. Los machos permanecen más tiempo en las charcas, a la espera de aparearse con varias hembras. Estas no permanecen más que el tiempo necesario para aparearse y poner los huevos.

La puesta es la más numerosa entre  nuestros  anuros (algunos autores han contabilizado por encima de los 12.000 huevos). Los cordones de puesta miden varios metros de longitud, y tienen varias filas de huevos de color negro.


Debido a su aspecto poco agraciado, desde la antigüedad ha estado asociado a multitud de leyendas negras que no lo han beneficiado mucho. Unos requisitos especiales de hábitat; tales como aguas limpias, frescas y con cierta profundidad, han hecho que se encuentre en franco retroceso o incluso que desaparezca de muchos lugares donde anteriormente habitaba, tanto en nuestra provincia como en el resto de su área de distribución peninsular. Cada vez hace menos honor a su apellido de “común”. A pesar de todo, sigue siendo una de las especies más abundante de anfibios.


2 comentarios:

  1. "en ocasiones a varios machos abrazados a una misma hembra, a ejemplares de otras especies, individuos muertos o incluso a objetos inertes"...
    suena a las costumbres ancestrales de muchos antropoides pelados que caminan erectos.
    ¿Sabes si es debido a exceso de testosterona... si es que las ranas tienen testosterona o alguna hormona similar?

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    1. Hola Juan Carlos,

      efectivamente los anfibios tienen testosterona como nosotros y es más abundante en los machos, controla el esperma y su conducta agresiva durante el apareamiento. Ultimamente algunos pesticidas hacen que esta hormona en ranas baje tanto que hay machos que se transforman en hembras... Aquí te dejo una noticia relacionada.

      http://www.elmundo.es/elmundo/2010/03/01/ciencia/1267472681.html

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