jueves, 6 de marzo de 2014

El Amo del Cielo: Buitre Leonado

 En el invierno la población de aves escasea en la montaña pero el buitre leonado lo podemos disfrutar todo el año en la Serranía de Cuenca. Los buitres leonados suelen dar vueltas en el aire, toman altura y planean dejándose llevar por las corrientes térmicas de aire. Es muy fácil de observar en Cuenca cualquier día.

Buitres volando
Viven en colonias de grandes grupos. Llamadas “buitreras”. Las colonias se instalan en parajes de hoces y cortados rocosos. No presentan ninguna jerarquía. Antes de buscar comida pueden sobrevolar durante horas cerca de su colonia, hasta que se forme una corriente de aire caliente (térmica) y ascienden en ella con gran facilidad y sin el menor gasto de energía, ya que apenas baten las alas. Gracias a su inmejorable vista ven animales muertos a mucha altura del que se alimentan toda la colonia.


Según los datos del año 2008 en Cuenca hay más de 780 parejas nidificantes. Ubicadas en 30 colonias.
Buitre leonado
Tiene un largo cuello de color claro, con un collar de plumas, de ahí le viene el nombre de leonado, porque las plumas de su cuello tienen parecido con la cabellera de un león.

La parada nupcial del buitre es un poco extraña. La futura pareja da vueltas en el cielo con las alas extendidas e inmóviles, volando en paralelo sincronizadamente. Después uno se pone debajo del otro muy juntitos, dejando claro sus intenciones de ligar.

Buitres volando
Son aves especiales ya que coincidiendo con los máximos rigores del invierno, entre diciembre y febrero, se lanzan a la reproducción, poniendo 1 huevo que empollarán durante 7 a 8 semanas en los cantiles de las altas montañas ibéricas.

Buitres volando
La pareja permanece unida de por vida, y ambos construyen o reparan su nido en un cortado rocoso. El nido es de unos 30 cm de altura y hasta un metro de diámetro, compuesto de ramas secas, hierba, lana y hasta pelo.

Buitres
Ambos adultos se turnan para incubar el huevo a intervalos de entre 24-48 horas. El cuidado del único pollo supone una larga dedicación por parte de los adultos, que tendrán que alimentarlo al menos durante 4 meses e incluso algún tiempo más, hasta que a finales del verano o comienzos del otoño pueda valerse por sí mismo. A pesar de todo, con 80-90 días el joven buitre ya se desplaza por la repisa y hasta se permite volar cortas distancias, sin que ello suponga que ha alcanzado la madurez suficiente como para dejar el nido.

Visita el Parque de El Hosquillo y la Serranía de Cuenca y disfrutarás del vuelo majestuoso de esta rapaz.

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