Sabina, una de nuestras osas de El Hosquillo, fue bautizada con este nombre gracias a un concurso infantil que se realizó por los colegios de Cuenca. Su nombre se lo debemos a un árbol llamado Sabina Albar.
La Sabina Albar es un árbol muy especial. En Cuenca podemos todavía disfrutar de bosques de Sabina Albar muy bien conservados. Sobre todo en la zona de la Sierra de Palancares y en Tierra Muerta.
La Sabina Albar es un árbol de hoja perenne, normalmente no es muy grande, pero en Cuenca podemos disfrutar de ejemplares muy viejos de más de 15 metros de altura y copas inmensas.
Sabina en Cuenca |
Tiene un tronco muy corto, grueso y retorcido, con fibras anchas que se desprenden, que le dan aspecto de muy viejo, y es porque la mayoría superan los 300 años.
Tronco sabina |
Ramas de sabina |
La copa es muy densa, de color verde oscuro, con forma cónica, aunque en algunos ejemplares viejos también es irregular.
Sabina singular |
Hojas sabina |
Los árboles muy primitivos y antiguos como las sabinas suelen ser dioicos. Lo que significa que hay pies y ejemplares que son machos y otros que son hembras. Son muy fácil de diferenciar en esta época del año, porque en los píes machos aparecen al final de las hojas sacos de polen. Y en los píes que son hembras podemos encontrar algo parecido a un fruto, pero no ha madurado todavía, que se llama arcestida. Estos frutos son ovalados, brillantes y de color negro azulado.
Pie femenino de Sabina Albar |
Pie masculino de Sabina albar |
Florece a partir de enero o febrero y las arcéstidas maduran al segundo año.
Podemos encontrar Sabinas en zonas de terrenos calizos y con una altitud de hasta los 1600 metros. Suele convivir con encinas, robles y pinos. Pero en las zonas dónde las condiciones son más extremas, dónde hay fuertes heladas y veranos muy secos y calurosos es la única especie que puede sobrevivir. Su crecimiento es muy lento.
Sabinar en Cuenca |
El nombre científico de esta especie, significa “productora de incienso”, ya que su madera es muy aromática. Desde antiguamente se ha quemado para aromatizar ambientes, además de para ahuyentar insectos y hasta serpientes. En muchas casas tradicionales la madera de sabía era usada para forrar los armarios y baúles dónde se guardaba la ropa porque su aroma era muy agradable y repelía las polillas.
La madera que es de excelente calidad se ha usado para trabajos de ebanistería y torneros. Sirve además para hacer excelentes postes y para fabricar los ejes de las norias. Ahora como está protegida hay que pedir permiso para cortarla.
Sabina en hosquillo con nieve |
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