Antonia y su cria

Hoy os voy a hablar de los más bonito que tengo en este mundo, mi cervatillo.

Acabamos de disfrutar del puente de todos los Santos y yo he sido muy feliz porque han venido muchos visitanten a mi hogar, el parque de el Hosquillo. Hemos tenido mucha suerte porque a pesar de que había amenazas de lluvia para estos días, el sol nos ha acompañado.

Vinieron grupos de excursionistas muy agradables y yo, como siempre, quise gozar de su compañia. Sin embargo, me ocurrió un suceso que me hizo estar preocupada todo el fin de semana.

El sábado, despues de deleitarme con mis amigos turistas tuve un gran susto. Mi cervatillo, que cada vez está más grande, solo quiere jugar y no para de correr, que os voy a contar a las madres que no sepaís, verdad?. Mi chiquitin se puso a correr y a correr como si el parque solo fuese suyo, él estaba absorto en sus juegos y no se dió cuenta de la presencia de los visitantes así que cuando fue consciesnte se puso muy nervioso y aceleró sus pasos sin darse cuenta que frente a él estaba Pakito (otro cervatillo) pegado a su vallado, y cuando quiso reaccionar ¡plaf! golpetazo de los dos chiquitines, se chocaron y todos nos sobresaltamos.

Yo mientras tanto, grababa la escena, y con el desasosiego solté la cámara, me puse a correr y a llorar mientras seguia a mi cervatillo para comprobar que se encontraba bien. Afortunadamente, todo se quedo en un susto y en una anecdota. 

He de comentaros que tanto mi pequeño como Pakito están perfectamente.