Nos quedan pocas horas para despedirnos del 2013 y empezar un año nuevo cargado de ilusión y nuevos propósitos. Yo he pensado hacer balance de este último año y dar gracias a todos y cada uno por vuestras visitas. Sin duda, lo más importante que me ha sucedido este año es ser madre, soy muy feliz con mi cervatillo.
Esta noche me voy a comer las 12 uvas de las suerte y voy a pedir 12 deseos:
- Ver crecer a mi chiquitín
- Que le pongan nombre, de una vez, a mi cervatillo
- Disfrutar de un 2014 cargado de excursionistas
- Vallados nuevos para mis compañeros
- Buena vegetación, frutas y frutos para mi alimentación
- Gran año de berreas, jeje
- Seguir berreando online
- Grandes baños en mi río favorito, el Escabas
- Me gustaría volver a ser mamá
- Echarme un novio nuevo
- Felicidad para todos mis amiguitos del parque de El Hosquillo
- Y, fundamentalmente, disfrutar siempre de vuestra compañía
Las tradiciones siempre despiertan en mi mucha curiosidad, puesto que su comienzo no se extiende al inicio de los tiempos. Lo que me intriga estos días es el origen de la costumbre de las uvas de Nochevieja. Se trata de una tradición promovida en 1909 por agricultores de Alicante y Murcia, deseosos de colocar el excedente de uvas que habían sufrido ese año debido a una buena cosecha.
En los años siguientes se encuentran diversas referencias a la tradición de tomar 12 uvas a medianoche en Madrid, más tarde esta costumbre tan madrileña pasó al resto de España.
Solo me queda desearos que el nuevo año que vamos a inaugurar venga cargado de mucha felicidad. Cuenca Ambiental y yo os deseamos...
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